Ya perdí lo que quise, ahora toca salir corriendo, brincando. Echando porros, a ver si encuentro sentido a lo que hago, aguantar si es preciso, que no quiero detenerme me es imposible, voy de lleno en el foco del dolor con alcohol. Dejadme quiero estar sola, me la suda lo que piense el resto, estar sola hacéis que su sonrisa y yo seamos uno. Intento no fallar ofreciendo el mejor trozo, aunque mejor el de sus labios ya que por ellos me inspiro, heridas que se cierran como mis párpados. Un castigo es eterno, como el recuerdo. Hay veces que ya no sé ni que pensar, si seguir en pie o mandar el mundo a echar la quiniela. Si te miento, si te digo que no odio lo que amo, que venga un día Dios con un maletín a devolverme el tiempo, ojalá fuera tan bonito, ojalá los problemas fuesen pasado.
Que todo esto, nos queda igual de platónico que el cielo.